
A 14 años del holocausto en Ruanda, presentamos este sobrecogedor texto de Phitalis Were, en el que habla de las consecuencias que la guerra tuvo sobre las personas con discapacidad. Es un texto publicado inicialmente en Disability World, que busca alentar la reflexión y sobre todo, luchar contra el olvido.
Por Phitalis Were Masakhwe
(phitalisw@amrefke.org)
El 7 de abril de 2004 en el estadio Amahoro de Kigali, Rwanda, la comunidad internacional se unió a los rwandeses para conmemorar el décimo aniversario del holocausto de Rwanda, conocido popularmente como genocidio.
Mientras el mundo reflexiona sobre el genocidio de Rwanda, muchas preguntas permanecen en el aire. ¿Era necesario que sucediera? ¿Qué lleva a la humanidad a tales extremos e intensidad de odio? ¿Quién tiene la culpa? ¿La comunidad internacional o la misma Rwanda? Pero lo más importante, ¿Estamos seguros que el genocidio de Rwanda es el último que la humanidad presenciará? ¿Se están fraguando otros episodios de genocidio, especialmente en el continente africano? Estas preguntas serán tema de otro trabajo.
Orador tras orador, durante la décima conmemoración se habló abundantemente sobre lo que pasó y los que murieron. Tal vez me equivoque, pero no oí a nadie hablar de lo que pasó con las personas con discapacidad. Lo que sufrieron antes de, durante y después de las espeluznantes y nauseabundas matanzas. Por supuesto que el mundo y África en particular les debe algo a los inocentes que fueron masacrados. ¡No tenían que morir!
Respecto a las personas con discapacidad, ¿Quién les preparó para el genocidio que se acercaba? Mientras los que perpetraron el desastre planeaban y conspiraban, ¿Se molestaron en trasladar a las personas con discapacidad a lugares seguros? ¿Pensaron en los sordos que no podían oír lo que se planeaba...los ciegos que no podían verlo y las personas con deficiencias físicas que no podían salir corriendo mientras el infierno se desataba? ¡Cómo esperaban que esta gente reaccionara! ¿Bajo un estado de anarquía? Por cierto, ¿Se preocupa alguien por estas preguntas cada vez que estalla un conflicto en África? De Sudán a Costa de Marfil. De Liberia a Sierra Leona. De Uganda del Norte a Somalia. De los conflictos religiosos en Nigeria a las luchas tribales y políticas que dominan el escenario africano. Si estas preguntas no tienen sentido para nosotros, ¿Dónde está nuestra humanidad, nuestros valores y nuestra moral? Por cierto, ¿Qué tienen que decir los “guardianes de los derechos humanos” al respecto? ¿Consideran esto como parte de su ámbito? ¿Por qué no se han pronunciado al respecto? Hacen silencio, culpables. Y su definición de los derechos humanos debe ser revisada. Es excluyente.
Según el Sr. Theodore Simburudali, comisionado de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Rwanda: “Los discapacitados sufrieron horrores intolerables. Vivieron el infierno en la tierra. Muy pocos discapacitados sobrevivieron al genocidio. Los mataron...y muchos quedaron más lisiados. Cientos fueron abandonados”.
El Sr. Simburudali dice que el caso de los discapacitados demuestra el más alto grado de bestialidad, brutalidad e intolerancia humanas. “Creo que el genocidio de Rwanda se presta a un gran aprendizaje del África en particular, de que podemos hacer más por preparar y proteger a la población en desventaja durante guerras y situaciones similares. El caso de Rwanda debe ser una llamada de atención para todos”, dice.
Según el comisionado, el Centro Gatagara para discapacitados, localizado a 47 Km. de Kigali y que una vez fue un floreciente centro de rehabilitación y capacitación, fue atacado. Todos los discapacitados del centro fueron asesinados a sangre fría, absurdamente. El taller y el equipo del centro fueron saqueados y destruidos. Todo el recurso humano especializado del centro, sin importar sus orígenes étnicos, fue masacrado. De hecho, Rwanda sufre hoy un enorme déficit de hombres y mujeres capacitados para apoyar la rehabilitación efectiva y el manejo especializado de las personas con discapacidad. El centro había sido desarrollado por misioneros.
Otra importante institución que fue objeto del vandalismo fue el Centro Ndira para personas con discapacidades psiquiátricas y mentales. El Centro, en las cercanías de Kigali, es otro de los peores casos sucedidos. Ver cintas de video de las personas discapacitadas de este centro buscando ayuda, impotentes, durante la matanza puede dejarlo a uno sin aliento.
Todo esto sucedía mientras las tropas tanto locales como extranjeras, que podían haber ayudado, sólo miraban, como si fuera un partido de fútbol. ¡Como si fuera un día de campo!
Las personas con discapacidad que no murieron, fueron traumatizados, violados, torturados y quedaron con mucha mayor discapacidad. ¿Qué se está haciendo al respecto? ¿Qué programas se han echado a andar para rehabilitarlos e integrarlos al grueso de la sociedad?
¿Qué apoyo está dándole la comunidad internacional a Rwanda en este caso en particular? Siendo las mayores víctimas del genocidio, ¿Cómo y en qué medida están involucradas las personas con discapacidad en los procesos de paz y reconciliación y en los esfuerzos que se realizan en Rwanda? ¿Tienen representación en la Comisión de Paz y Reconciliación?
¿Y de qué manera han manejado estos casos los sistemas de justicia tradicionales de Rwanda y el Tribunal para el Genocidio de Rwanda, localizado en Arusha? Las personas con discapacidad exigen y merecen justicia y la certeza sin ambigüedades de que lo que sufrieron quedará en el pasado. Nunca, nunca más deben ser objetos de indignidades tan inhumanas y un trato tan degradante...
Es hora de que África y la comunidad internacional respeten ciertos protocolos durante guerras y conflictos. Quienes no son combatientes, especialmente mujeres, refugiados, niños, adultos mayores y discapacitados no sólo deben ser respetados, sino protegidos. Las Naciones Unidas y la comunidad internacional deben asegurarse que esto suceda siempre y que cualquier violación, sea severamente castigada.
Se necesita una Carta Africana sobre Derechos de Personas con Discapacidad
Para lograr ese propósito, África debe elaborar una Carta Africana para la protección y promoción de los derechos y dignidad de las personas con discapacidad. Los gobiernos de África también deben apoyar fuertemente los esfuerzos constantes realizados por las Naciones Unidas para proclamar una convención similar. Pero, esos instrumentos deben estipular procedimientos a prueba de todo para proteger a los discapacitados en época de emergencia y calamidades, ya sean naturales o producto del hombre.
Por cierto, ¿Ha pensado alguien en lo que les pasa a los discapacitados, especialmente a los que tienen dificultades físicas o de visión, durante las perennes inundaciones de Kenya? Mientras reflexionamos sobre esto, hagámoslo también sobre las raíces del genocidio de Rwanda y el papel que jugaron los variados y diversos actores que planearon y ejecutaron este acto horrible. ¿Por qué, por ejemplo, se prestaron los medios de comunicación a transmitir esa sucia y horrible propaganda? ¿Cuál es el papel de los medios de comunicación en la sociedad? ¿Y el de los políticos e intelectuales?
Me han dicho que la gente se llenó de tanto veneno, deseos de venganza y odio ¡¡Que hasta los doctores mataban a los pacientes que estaban contra el genocidio!! Los doctores son profesionales cuya función supuestamente es salvar vidas. ¿Por qué los cegó tanto odio? ¿Y la iglesia? ¿También se vio comprometida? ¿Hicieron la ONU y la comunidad internacional lo suficiente? ¿Están haciendo lo suficiente para evitar otra locura como la de Rwanda? ¿Y qué hay de la misma África? ¿Está haciendo lo suficiente para resarcirse por lo que pasó en Rwanda? ¿Es suficiente culpar a la comunidad internacional? ¿Cómo están abordando el tema de la gobernabilidad, la distribución equitativa de recursos, la corrupción endémica, la pobreza y la intolerancia que alimentan sistemáticamente la depresión, las sospechas, las divisiones y el odio entre la población? ¿Y qué mecanismos de preparación y respuesta están poniendo en marcha para prever y mitigar los impactos de eventos similares en el futuro?
A menos que estas preguntas y temas sean abordados y enfrentados en lo concreto, aún no habremos visto el final de locuras como la de Rwanda.
El autor comenta con regularidad temas sobre discapacidad y desarrollo. Se le puede contactar en Phitalisw@amrefke.org
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