jueves, 28 de febrero de 2008

"Nada acerca de nosotros sin nosotros": Algunas reflexiones sobre el movimiento de personas con discapacidad en Sudáfrica



Por William Rowland / En Disability World Volumen No. 11 Noviembre-Diciembre 2001.


La discapacidad en Sudáfrica se debe considerar en referencia a la lucha por la liberación. Durante las décadas de 1980 y 1990 la gente con discapacidad fuimos parte de la lucha y hoy compartimos los frutos de una nueva democracia.

Por cada persona que ha muerto en la lucha tres quedaron con una discapacidad y fue principalmente de ese estanque de lesiones y de odio que emergió la dirigencia de Personas con Discapacidad en Sudáfrica, la organización que ha sido la cabeza de lanza del movimiento a favor de los derechos de las personas con discapacidad en el país. También estaban las condiciones que permitieron el surgimiento de un movimiento masivo de la gente con discapacidad, que en su pico pudo llegar a 10.000 a 12000 activistas, trabajando al unísono y expresándose en una sólo voz que no podía ser silenciada.

Aquí mi propósito no es ni dar una breve historia de la lucha ni documentar los eventos de esos tiempos turbulentos. Sólo me propongo compartir algunas memorias personales como parte de lo que les narraré en los siguientes meses. A así es como, para mí, todo comenzó.


Los comienzos

Vuelo a Durban para asistir al Tercer Congreso de Personas con Discapacidad, como observador. Llego a Amanzimtoti Town May donde soy recibido por mi primer camarada, Mike du Toit. El me dice que hay un movimiento para elegirme primer Presidente de DPSA. Yo le digo que hay otro que se han ganado más que yo ese derecho.

Durante el almuerzo se me une Joshua Malinga de Zimbabwe, hoy Presidente de Disabled Peoples International, y el trata de persuadirme con argumentos políticos, pero me resisto. Y luego, a la mañana siguiente, me visita Elda Olifant, a nombre del contingente de Soweto y sus palabras apasionadas me convencieron. Estoy de acuerdo en servir sabiendo que todos los demás están preparados a participar, les dije. Y así fue como sucedió, en septiembre de 1984.


En el camino

Mi siguiente memoria es de un Congreso que realizó Personas con Discapacidad de Sudáfrica unos años después. Jerry Nkeli-hoy Comisionado de Derechos Humanos, pide la palabra y pide que suspendamos las sesiones y que nos lancemos a las calles para protestar por la manera en que el gobierno está manejando las becas y donaciones para la discapacidad, que para la mayoría de las personas con discapacidad resulta su única fuente de ingreso. Entonces nos dividimos las tareas en grupos de acción: trasporte, lemas y cartelones, medios de comunicación y en dos horas estuvimos en las calles cantando canciones de libertad.

Conforme llegamos al final de la calle West Street in Durban, los automóviles que encabezan la marcha cierran la calle. Es la hora pico (de más tránsito) de un viernes por la tarde y entonces se hace un congestionamiento y todos los conductores gritando, insultándonos. Desembarcamos y comenzamos el "tori-tori" una danza de militancia y cantamos nuestros lemas. Esto siguió durante unos tres cuartos de hora, antes que apareciera la policía antimotines y tratará de averiguar quién estaba dirigiendo la protesta y nosotros los confundimos deliberadamente.

Yo negocié un final pacífico para la protesta con la policía y le pedí a los camaradas que regresaran a sus vehículos "muy despacio ahora" ...y duramos una eternidad.

A la semana siguiente la policía me interroga pero no sucede nada.
Esos fueron tiempos excitantes, pero de mucha tensión. Y hubo muchas ocasiones como esas.


Catálogo de injusticias

Habiendo rehusado reconocer el Año Internacional de las Personas con Discapacitado, proclamado por Naciones Unidas, el gobierno de Sudáfrica proclamó su propio Año de las Personas con Discapacidad, pero con fines políticos. Fue en la ciudad de Bloemfontein en el año en que nos retiramos de la conferencia nacional, retornando sólo cuando nos permitieron leer nuestra más fuerte declaración. Fue Phindi Mayuso quien presentó nuestro catálogo de injusticias, la doble discriminación causada por el apartheid y la discapacidad.


La pérdida de un dirigente

Y cuando un dirigente extremista del movimiento Afrikaner de resistencia, Eugene Terreblanche, le pidió a sus seguidores que se armaran con un millón de rifles, fue Friday Mayuso quien logró que 1,200 de nosotros marcharamos hacia la colina de Soweto hacia Baragwanath Hospital para protestar contra las crecientes olas de violencia. Cuan consternados nos sentimos en 1995, varios años después, al enterarnos de su accidente de tránsito. Su inesperada muerte nos privó de nuestro dirigente más carismático. Cuan conmovedor fue estar en su pequeña habitación después del funeral: un hogar muy humilde, un hombre tan grande.


Más que protestas

Claro que hicimos muchas otras cosas además de protestar. Conforme pasó el tiempo dos iniciativas tomaron forma, una iniciativa política de movilizar a las personas con discapacidad para demandar sus derechos y una iniciativa de desarrollo, tomando la forma de generación de ingreso mediante la auto-ayuda. También articulamos una nueva filosofía: que la discapacidad no es un tema de salud ni de seguridad social, sino que se trata de derechos humanos y desarrollo, que el modelo médico es inapropiado, y que los doctores y los trabajadores sociales no deben manejar nuestras vidas, que los métodos pacifistas de lucha son los mejores para nuestra causa y que debemos alinearnos con el movimiento de liberación. Tomamos conciencia y adoptamos nuestro ahora famoso lema: "Nada acerca de nosotros sin nosotros."

No voy a negar el lado más oscuro de estos eventos. Internamente también tuvimos luchas de poder y violencia contra otros, pero la dirigencia se mantuvo muy leal. Recibimos amenazas anónimas, correspondencia interceptada y teléfonos intervenidos. Pero nunca claudicamos; después de todo había muchos otros en mayor peligro que nosotros. Y ciertamente hubo atentados contra la vida que nunca fueron explicados.


Ultimátum, luego un anuncio momentáneo

Durante nuestro foro de consulta con el gobierno presentamos tres demandas finales en las áreas de acceso, transporte y asistencia social, junto con un ultimátum de 12 meses. El ultimátum venció y nosotros nos propusimos destruir las estructuras gubernamentales en materia de discapacidad. Pasamos dos años sin que nada sucediera luego vino el anuncio por parte de Frederik de Klerk sobre eliminar las prohibiciones, la liberación de Nelson Mandela y las negociaciones políticas. Y la organización de Personas con Discapacidad de Sudáfrica estaba en medio de estos acontecimientos, pues ya era parte del Consejo Nacional Africano, como miembro de la Alianza Patriótica (Patriotic Alliance), and Friday Mavuso y yo visitamos al Sr. Mandela en Shell House para que él interviniera a favor nuestro en un asunto serio, los tres terminamos de la mano y cantando, en agradecimiento y camaradería.


Y ahora...

Y ahora han pasado siete años desde nuestra primera reunión con el Sr. Mandela y 17 años desde ese histórico congreso. El tiempo de lucha abierta quedó atrás y lo que nos queda por delante es un tiempo de entrega y algunos creen que esa es la parte más dura.

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